APUESTA DE AMOR
Pastor Giménez Ortega
POEMA/VENEZUELA
Otrora juego silente,
apuestas sin condición,
pagas llenas de emoción,
dos jugadores latentes.
Hoy con mil deudas pendientes
retoman el viejo juego,
aquel, como al vino añejo,
el tiempo lo ha madurado,
y en acto desesperado
apuestan vida de nuevo.
Era un juego de pasiones,
lujuria desenfrenada,
sentir en carne abrasada
el rojo de los tizones.
Y en entregas sin razones
apostáronse la vida;
fue quererse sin medida,
entre soles y entre lunas;
no hubo pregunta alguna,
nunca hubo explicaciones.
Hoy repletos de experiencia
por el tiempo transcurrido
se recuerda lo vivido
con tonos de complacencia.
Al amarse no hay conciencia,
es entrega con denuedo,
muchas veces sólo un ruego,
sed de besos y caricias;
cada quien consigue albricias,
porque amarse es sólo un juego.
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