A UNA GOTA DE ROCÍO
Carolina Coronado
Poema-soneto / España
Crítica literaria de "A una gota de rocío"
Este soneto de Carolina Coronado titulado «A una gota de rocío» es una muestra de su habilidad para plasmar emociones y utilizar imágenes poéticas. La autora utiliza la metáfora de una gota de rocío para simbolizar la fragilidad y la belleza efímera de la vida.
El poema comienza describiendo a la gota de rocío como una «lágrima viva de la fresca aurora», destacando su relación con la naturaleza y su capacidad para dar vida a las flores y a los prados sedientos. Coronado utiliza una descripción muy vívida y sensorial para transmitir la belleza y la delicadeza de esta gota de rocío, representándola como una joya dada por el sol.
La poetisa establece un contraste entre la pureza y la intensidad del rojo, representado por la grana, y la pureza y la suavidad del blanco, simbolizada por la nieve. Este juego de colores y texturas representa la dualidad de emociones que la autora experimenta, un deseo de calmar su tristeza y consumirse en ella al mismo tiempo.
La última estrofa del poema presenta un dilema para la gota de rocío: unirse al llanto de la autora o perderse en el mar de sus lágrimas. Esta decisión representa la lucha entre la aceptación de la tristeza y la necesidad de encontrar un propósito en medio del dolor.
A UNA GOTA DE ROCÍO
Lágrima viva de la fresca aurora,
a quien la mustia flor la vida debe,
y el prado ansioso entre el follaje embebe;
gota que el sol con sus reflejos dora;
Que en la tez de las flores seductora
mecida por el céfiro más leve,
mezclas de grana tu color de nieve
y de nieve su grana encantadora:
Ven a mezclarte con mi triste lloro,
y a consumirte en mi mejilla ardiente;
que acaso correrán más dulcemente
las lágrimas amargas que devoro…
mas ¡qué fuera una gota de rocío
perdida entre el raudal del llanto mío…!
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