CAFÉ EN SUSPENSO
José Saramago
Cuento breve / Portugal
Crítica literaria de "Café en suspenso"
«Café en suspenso» de José Saramago es un minicuento que destila la esencia de la generosidad y la solidaridad a través de una práctica sencilla pero impactante.
Saramago utiliza la simplicidad del acto de compartir un café para tejer una narrativa que resalta la compasión y la conexión humana. La acción de solicitar cafés adicionales y dejarlos pendientes es un acto de generosidad que trasciende las barreras sociales y económicas. La llegada del pobre que se beneficia de este gesto eleva la historia a un nivel más profundo, enfatizando la importancia de la empatía y la solidaridad en la sociedad.
La elección del escenario napolitano añade un toque de autenticidad y color local al relato, situando la historia en un contexto cultural específico. Saramago utiliza la práctica del café en suspenso como una metáfora para explorar la posibilidad de crear un impacto positivo en la vida de los demás a través de pequeños actos de amabilidad.
CAFÉ EN SUSPENSO
En Nápoles existe la costumbre de mandar traer un café y pagar más de lo que se consumió. Por ejemplo, cuatro personas entran, se sientan, piden cuatro cafés y dicen: “Y tres más en suspenso”. Pasado un rato, aparece un pobre a la puerta y pregunta: “¿Hay algún café en suspenso?”. El empleado mira el registro de los adelantados, verificando el saldo y dice: “Sí”. El pobre entra, bebe café y se va, supongo que agradeciendo la caridad.
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