No escribas si no sabes de adjetivos

No escribas si no sabes de adjetivos y mucho menos si desconoces su concepto. Comencemos diciendo que los adjetivos son aquellos que más allá de acompañar al sustantivo y demás variantes, lo que busca es otorgar cualidades, puntualizando expresiones y facilitando la comprensión. Es decir, desde su origen el lenguaje ha necesitado ofrecer detalles y en esa necesidad puede estar el nacimiento de este vocablo tan usado y mal usado.

Por ejemplo, si una persona nace en una isla solitaria, entre sus aprendizajes estará la mata de coco, pero se dará cuenta que no todos los cocos son iguales, ¿cómo diferenciarlos? Pues, en su propio lenguaje inventado, tendrá que buscar las palabras que distingan: pequeño, grande, mediano, feo, lindo, etc. Habrá nacido el adjetivo y eso aplica para cualquier código. Por consiguiente, es valioso su uso, lo que pasa es que hay que estudiarlo para evitar caer en un empleo excesivo del mismo.

Clasificación de los adjetivos

Es muy difícil que te digan: “No escribas si no sabes de adjetivos”, en caso de conocer su actual clasificación. Antes de la actualización de la nueva gramática en el año 2010, los adjetivos se clasificaban en dos partes: adjetivos calificativos y adjetivos determinativos. Esto varió y ahora los determinativos pasaron a ser de la clase de los determinantes y no de los adjetivos. Se sabe, que en la clasificación de las palabras, los determinantes pertenecen al grupo de las sintácticas funcionales. Recordemos que el otro gran grupo es el de las transversales semánticas.

Ubicación del adjetivo en la clasificación de las palabras

Dicho esto, hay que informar que el grupo de las sintácticas funcionales está compuesto por: los determinantes, los sustantivos, los adjetivos, los pronombres, los verbos, los adverbios, las preposiciones, las conjunciones y las interjecciones. Mientras que el otro grupo gramatical, las transversales semánticas, está compuesto por: los demostrativos, los posesivos, los cuantificadores indefinidos, los cuantificadores numerales, los relativos, los exclamativos y los interrogativos.

Estos últimos, se llaman transversales porque pueden aparecer en distintos segmentos sintácticos. Por ejemplo, un posesivo puede ser un sustantivo, un determinante o un adjetivo. A continuación, pasamos a explicar los adjetivos calificativos y los adjetivos determinativos.

Los adjetivos calificativos

Los adjetivos calificativos, como hemos dicho, se mantienen en su condición tradicional y son aquellos que siguen dándole cualidad al sustantivo, ya sean con características concretas o abstractas (amarillo, bello, grande, baratos). Este tipo de adjetivos, a su vez, se clasifican en: explicativos y especificativos.

Adjetivos explicativos

Generalmente, estos adjetivos, no son necesarios, no delimitan, algunos son epítetos y tienen un carácter subjetivo. Por esta misma razón, frecuentemente, son usados en el lenguaje lírico con la finalidad de construir alguna figura retórica. Ejemplo: el luminoso relámpago, el mar salado, la blanca espuma, etc. Una de las características de ellos es que los puedes suprimir y no pasa nada.

Adjetivos especificativos

Por su parte, los adjetivos especificativos, sí son necesarios y objetivos, puesto que delimitan y restringen dentro de la oración. Por ejemplo: dame la toalla azul, en este caso es imprescindible el adjetivo azul, porque no quiero la toalla de otro color, sino la del color azul. La mayoría de las veces van luego del sustantivo, aunque no siempre es así. Otro ejemplo sería: mi madre fue amante de la música folklórica. En este caso, el adjetivo especificativo va después y es imprescindible porque la madre amó fue a ese tipo de música y no a otra.

Los adjetivos determinativos

Los adjetivos determinativos, que antes estaban clasificados dentro del grupo principal de los adjetivos, ahora pertenecen al grupo de los determinantes. En particular, mantienen una relación con el sustantivo, pero son más específicos en cuanto a cantidad, número y espacio. En otras palabras, aquí se encuentran los adjetivos posesivos, interrogativos, indefinidos, relativos, demostrativos, numerales y exclamativos. Ejemplos: aquel jugador, once semanas pasaron desde el accidente, estos zapatos me quedan perfecto, mi segundo nombre es Marino, etc.

No se puede abusar del uso del adjetivo

Como reflexión final, se aplauden estas actualizaciones de las ciencias del lenguaje, puesto que vienen a aclarar confusiones y desentrañar las distintas interpretaciones. Otra bondad que nos queda, es que no se puede abusar del uso del adjetivo, hay muchos que perciben esto como una falta de ortografía o en todo caso como ripios que nada aportan al escrito. Sin duda, es un tema que requiere estudio profundo y buena práctica para saber usarlo adecuadamente dentro de un escrito.

En fin, la Nueva Gramática de 2010 nos dice que el adjetivo añade “accidentes” y que solo está para ser un vecino o acompañante del sustantivo. Asimismo, dicha gramática, le da un reconocimiento mayor a la verdadera y práctica funcionalidad de las palabras. Después de todo, un adjetivo nunca va a funcionar igual en una oración que en otra. Al respecto, decía Heráclito: “Nadie se baña en el mismo río dos veces, porque cambia el río y cambia el que se baña”. En consecuencia, no escribas si no sabes de adjetivos.

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