LA NIÑA DURMIENTE
Chebeto Requena
POEMA/VENEZUELA
La niña está dormida, remanso de inocencia.
Hay que dejarla sola, que está inerte en un sueño.
Quizás está soñando que vive en la grandeza
de un nuevo amanecer, que vendrá con el tiempo.
Se sueña frente a un río con hambre en su conciencia.
Quiere comerse un pan, pero ya no hay simiente.
Pregunta confundida, quién se llevó mi tierra?
Llora por el dolor, la angustia, y se entristece.
Tampoco ve a su hermano, ni a la iglesia del pueblo.
Pregunta por su madre, nadie le dice nada.
Pregunta por su padre, será que ya están muertos?
La niña se da cuenta que en un insomnio vaga.
Se pone de rodillas y brotan solo lágrimas.
Cierra sus tristes párpados para no ver aquello.
Susurra delirante con un dolor en su alma,
sintiendo el cabalgar de un caballo ya viejo.
Allá en el horizonte, su esperanza vislumbra
unos crespos dorados, con un traje de cielo,
mejillas rozagantes cubiertas de ternura,
y un sol se va apagando; pergamino de un lienzo.
Serena posa el ángel, evoca fantasía.
Las estrellas le cantan el
sentir desde lejos,
y en ese dulce sueño que la nostalgia abriga,
va la niña durmiente, quedándose dormida.
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