Este poema titulado «Heráclito» de Jorge Luis Borges, es un texto lírico que aborda el tema del tiempo y la transitoriedad de la vida. El autor utiliza la figura del filósofo griego Heráclito, quien es conocido por su famosa sentencia «Nadie baja dos veces al mismo río» para expresar la idea de que todo cambia constantemente. La estructura poética es fluida y melódica, con un ritmo que se asemeja a la cadencia del agua de un río, lo cual ayuda a transmitir el mensaje principal del texto. Indudablemente, esta pequeña obra afirma la obsesión borgiana de que estamos hechos de tiempo y somos lo que no somos.
HERÁCLITO
JORGE LUIS BORGES
Poema / Argentina
Heráclito camina por la tarde
De Éfeso. La tarde lo ha dejado,
Sin que su voluntad lo decidiera,
En la margen de un río silencioso
Cuyo destino y cuyo nombre ignora.
Hay un Jano de piedra y unos álamos
Se mira en el espejo fugitivo
Y descubre y trabaja la sentencia
Que las generaciones de los hombres
No dejarán caer. Su voz declara:
Nadie baja dos veces a las aguas
Del mismo río. Se detiene. Siente
Con el asombro de un horror sagrado
Que él también es un río y una fuga.
Quiere recuperar esa mañana
Y su noche y la víspera. No puede.
Repite la sentencia. La ve impresa
En futuros y claros caracteres
En una de las páginas de Burnet.
Heráclito no sabe griego. Jano,
Dios de las puertas, es un dios latino.
Heráclito no tiene ayer ni ahora.
Es un mero artificio que ha soñado
Un hombre gris a orillas del Red Cedar,
Un hombre que entreteje endecasílabos
Para no pensar tanto en Buenos Aires
Y en los rostros queridos. Uno falta.
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