El poeta griego Constantino Cavafis nos obsequia esta hermosa reflexión sobre la ancianidad y el arte de vivir. Entre líneas deja mensajes de no desaprovechar cada momento y jamás dejar para luego lo que puedas hacer hoy. Es decir, nos invita a ser prudentes con la prudencia. Pareciera describirnos a la vejez como un obligado sinónimo de soledad. Lo bueno, es que los mismos años hacen que te olvides de tanta reflexión y caigas vencido por el sueño.
UN ANCIANO
Constantino Cavafis
Poema / Grecia
En el fondo de un bullicioso café,
inclinado sobre la mesa, está sentado un anciano;
con un periódico delante, sin compañía.
Y en el abandono de su triste vejez,
piensa cuán poco gozó los años
en que aún tenía vigor, verbo y belleza.
Sabe que ha envejecido mucho; lo siente, lo ve.
Y, sin embargo el tiempo en que fue joven parece
ayer. ¡Qué poco tiempo hace, qué poco tiempo!
Ve cómo él se burló de la Prudencia;
y cómo en ella se confió -¡qué locura!-
la mentirosa decía: “Mañana. Tienes mucho tiempo”.
Recuerda impulsos que contuvo y tanta
alegría sacrificada. Cada ocasión perdida
se burla ahora de su necia prudencia.
…Mas de tanto pensar y recordar,
el anciano cae aturdido. Y se duerme
apoyado en la mesa del café.
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