«Nadie sabe el fin último» de Ángel Marino Ramírez V. (Poema)

Nadie sabe el fin último en que se viene a parar

Si es en bien, en mal, en paz, concordia o disgusto

Si es que somos imitaciones inservibles del grano

Si es que somos escuadrones de arroyos sin agua

O si nos espera un jardín de helechos sin macetas.

Nadie sabe el fin último en que se viene a parar

Si es en la risa casta de las tertulias familiares

Si es en el fierro castigo de una llama llamada deuda

Si es en el sabor de una aceituna melancólica

O si en el imposible fauno que te guía al otro mundo.

Nadie sabe el fin último en que se viene a parar

Si es en el necesario descanso de los glóbulos rojos

Si es en el dolor de no poder ver más al astro rey

Si es en los brazos de un manuscrito genético

O si en la excursión silenciosa de un póstumo aplauso.

Nadie sabe el fin último en que se viene a parar

Si en el arrepentimiento de un ojo que hizo pecado

Si en la bala vengadora de un viejo recuerdo

Si en el olvidado cementerio viejo del pueblo

O si en el ideario público de un perfil ejemplo.

Nadie sabe el fin último en que se viene a parar

¡Nadie lo sabe! Solo los pulmones dejan su vaivén

Y a alguien se le ocurre pedir un minuto de silencio.