Este poema del colombiano poeta León de Greiff para recordar que un alguien no está, pero le ha dejado mucho. El hablante lírico se debate entre la nostalgia por lo que ha perdido y la alegría de lo que ha heredado. Hay resignación dentro de la soledad inmensa. Se nota un inmenso deseo de pensar bien para olvidar la tristeza de la ausencia. El poema remata en un final dicotómico sin saber y sabiendo.
CANCIÓN LIGERA
León de Greiff
Poema / Colombia
Me quedas tú, y me donas tu alegría
con el dolor, y tu miel deleitable
con el acerbo aloe.
Me quedas tú, y la luz que tu alma cría
dentro la tenebrura inenarrable
de mi yo solitario:
Siempre loe
tu don ilusionario.
Me quedas tú, y el claro sortilegio
de tus ojos rïentes: con su hechizo
mi soledad se puebla.
Me quedas tú, y tu risa, cuyo arpegio
me embriaga, y tu tesoro de oro cobrizo
solaz del alma sola:
La gris niebla
tu regalo aureola.
Me quedas tú, y el filtro que tu ardida
boca frutal, sombreada, en mis febriles
resecos labios vierte.
Me quedas tú, la ingenua enardecida,
me quedas tú, la experta, de sutiles
tácticas retrecheras:
Vida. Muerte.
Lo que quieras.
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