LA HOJARASCA
Rodolfo Rodríguez
POEMA/VENEZUELA
Ido mayo en sus abriles
se consuma la hojarasca en su lecho perfecto
La pluma ardida de la pespé
voló de rama en rama
y supo de su tiempo pasado el nido roto del azulejo
Desde el amarillo
sangra en la nervadura la hoja del almendrón
Aún llueve en la brisa la botonadura del nin
las ramas del puig se desvisten de todos sus olvidos
sudan
-en el fin de la sobretarde-
su perfume agobiante el jazmín y el lirio
y regresan los colibríes que aún quedan en el mundo
a copular con las floraciones secretas de la sábila
los lirios y las orquídeas
El viento ha regresado a la montaña
se desnudan de su asombro los tres puertos del cielo
y vuelve la casa alta
a ser el lugar de la semilla en su maduración
Llegó la hora del murmullo
el tiempo justo del viento impulsar la hojarasca
y hacer de la voz de todos los árboles
la plegaria eterna de la infinita madera.
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