EL SOL DE TU MIRADA
Gustavo Darmace
POEMA / VENEZUELA
Tu mirar: perla dorada
me tiene loco de atar;
¡quién no se va a enamorar
viendo el sol de tu mirada!
I
Me tienes embelesado
con el fulgor de tus ojos
que llevan todito el oro
de un trigal cuando ha espigado
Con su luz han opacado
el brillo de mi alborada
y huyeron en desbandada
los naranjas de mis tardes
porque los volvió cobardes
tu mirar: perla dorada.
II
Andando en la carretera
ancha y larga de tus ojos
me perdí entre tus antojos
y en tu mirar de hechicera.
Sin saber lo que me espera
en este juego de azar
seguro he de terminar
cual lobo bajo la luna.
Tu mirar –sin duda alguna-
Me tiene loco de atar.
III
En el redil de tu suerte
están presos mi porfía,
mi furor y mi hidalguía
cual reo que espera la muerte.
La tentación se hace fuerte
y es un peligro sin par
enredarse en tu mirar
fulminante cual centella,
y es que al ver cosas tan bellas
¡quién no se va a enamorar!
IV
Me rendí ante tu mirar:
zarpazo de gran felino,
ventanal amplio y cetrino
abierto de par en par.
Y no dejo de pensar
-aun con la suerte negada
pierda todo o gane nada-
que mi trofeo mejor
sería morir de amor
viendo el sol de tu mirada.
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