Hay muchas personas que se preguntan cómo hacer una carta de recomendación académica que sea efectiva y siga los parámetros formales de este modelo de cartas. Bien, aquí intentaremos dar luces de esos puntos claves que harán que tu misiva sea la llave para abrir esa puerta grande de la academia. Antes de entrar en detalles, tienes que saber que el emisor de la carta debe gozar de cierto prestigio, conocer tu desempeño estudiantil, redactar todo el tiempo con la verdad y poder ser contactado para verificaciones y consultas.
Por otra parte, algunos aspectos de una carta de recomendación académica cambian dependiendo del para qué la necesitas. Y respecto a esto surge una pregunta curiosa ¿quién hace la carta, el académico o el interesado? Generalmente, la redacta el interesado y busca al académico seleccionado, previo acuerdo, para que la firme y selle. Sin embargo, hay algunos investigadores que tienen sus propios modelos de cartas de recomendación y solo se trata de que acepten otorgártela.
Estructura de una carta de recomendación académica
Una buena epístola debe responder a cierta estructura para que pueda cumplir con su objetivo de persuadir o informar sobre un tema. La respuesta a cómo hacer una carta de recomendación académica puede residir en conocer esta estructura. A pesar que la misma se repite y podemos acudir a internet para obtener algún modelo, no hay como darle a tu carta un cierto parámetro personal. Lo importante es que responda a la estructura de inicio e introducción, cuerpo y estilo y cierre con resumen general.
Inicio e introducción de la carta
Como toda carta formal se debe comenzar con el encabezado, es decir a quién va dirigida, sin olvidar colocar fecha completa, logotipo y nombre de la institución que la emite. Luego, el saludo de rigor. A continuación, y a modo de introducción, el emisor debe presentarse con sus créditos intelectuales fijando la relación académica que lo une al recomendado. Seguidamente, explicitar el propósito de la misiva, es decir para qué lo recomienda (beca, maestría, doctorado, línea de investigación, trabajo).
Cuerpo y estilo de la carta
En el cuerpo y estilo de la carta el emisor va a ofrecer detalles específicos de su recomendación. Por ejemplo, enfatizar los logros académicos del postulante y sus habilidades para aportar a la construcción del conocimiento. No dejar de lado, las capacidades demostradas en cada sesión de trabajo que evidencian el talento del aspirante para trabajar en equipo, investigar, redactar, aprender y colaborar con los fines propuestos.
Este es el momento ideal para ser concreto y respaldar cada afirmación con calificaciones o nombres de los proyectos en los que participó el estudiante. Cabe destacar, que el emisor debe elogiar, pero no debe exagerar en ello, sobre todo darle acento a que, según su opinión, el alumno será exitoso en el programa al que se está postulando.
Cierre de la carta con resumen general
Para el cierre de la carta, el emisor escribe un saludo de despedida y pone sus datos de contacto y firma, de esta forma le da a la correspondencia credibilidad y solvencia. Si es posible, vuelve a destacar algunos aspectos del alumno a modo de resumen general. Como consejo final, le da a la carta una revisión completa para constatar que no tenga faltas ortográficas o fallas de cohesión y coherencia textual. En fin, cómo hacer una carta de recomendación académica tiene sus pasos universales y al mismo tiempo da cabida para esa impronta que hace la diferencia de otras cartas con el mismo propósito.
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