«La sonrisa» de Ángel Marino Ramírez V. (Poema)

Es una voz de un tren de carne,

la misma que me hace chocar con la noche.

Mi pulso dibuja el mundo del aire.

Las mejillas vivas y los ojos alargados

y mi sábana de niño volviendo.

Si no viene, pronto la tristeza hierbe,

pero si viene el cielo es posible.

Todo es un horizonte que muere.

Todo es el rojo jinete, relámpago de muerte.

No creo en músicas oxidadas

donde nadie puede bailar su ¡basta!

Creo en la pólvora de la sonrisa,

único guante que pone out a mis penas.