Joseph Conrad
FRASES /REINO UNIDO
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*3 de diciembre de 1857
+3 de agosto de 1924
Este excelente narrador británico de origen polaco, que solo escribió un poco más de una docena de novelas, nos dejó frases que indagan en la estabilidad emocional del ser humano y nos llevan a descubrir un universo indefinido de nuestras propias penas y sinsabores. Quizás, el exilio, la orfandad o su vida de marino mercante le dio la habilidad excepcional de almorzar con la narrativa y arrancar de la vida diaria el grito de su propio yo literario. Vivió 66 años, puesto que nació en 1857 y falleció en 1924.
Frases relacionadas
FRASES DE JOSEPH CONRAD
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1.- “Todo lo que cae bajo el dominio de nuestros sentidos, por excepcional que sea, no podría diferir en su esencia de todos los demás efectos de este mundo visible y tangible cuya parte consciente venimos a formar”. Joseph Conrad
2.- “Sólo los jóvenes conocen momentos semejantes. No quiero decir los muy jóvenes, no; pues éstos, a decir verdad, no tienen momento”. Joseph Conrad
3.- “La perfecta tranquilidad con que me miraba (…) me redujo al silencio”. Joseph Conrad
4.- “Comprendí de pronto que una excelente reputación profesional no era siempre una garantía de sentido común”. Joseph Conrad
5.- “Mucho me temo que la naturaleza humana no abrigue solamente sentimientos generosos”. Joseph Conrad
6.- “Daba la impresión de estar suspendido al borde de una tumba”. Joseph Conrad
7.- “Los ingenieros que navegan pueden admirar los enigmas de las almas marinas”. Joseph Conrad
8.- “Algunos hombres se deslizan a través de la existencia, para finalmente hundirse en una tumba”. Joseph Conrad
9.- “Hay en la tierra y en el mar hombres tan afortunados o tan despreciados por el destino y el mar”. Joseph Conrad
10.- “¿Cómo se puede saber lo que provoca una tempestad sin haberla jamás experimentado?” Joseph Conrad
11.- “El mundo de los vivos encierra ya por sí solo bastantes maravillas y misterios; maravillas y misterios que obran por modo tan inexplicable sobre nuestras emociones y nuestra inteligencia, que ello bastaría casi para justificar que pueda concebirse la vida como un sortilegio”. Joseph Conrad
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