ALMA PERDIDA
Chebeto Requena
POEMA/VENEZUELA
No hay peor ceguera que vivir en la ignorancia.
No hay peor sordera que escuchar envenenado.
No hay peor tristeza que vivir sin abecedario, y dispararse balas por no entender el poder de las letras.
No hay peor dolor que ver a un hermano herido muriendo de soledad en una triste celda.
Ni peor estado inerte que ahogarse en un mar rojo contando los pétalos de la muerte a ciega.
Nada peor que un ser sin esperanzas perdiendo el tiempo con un torvo imbécil.
Nada peor que no tener un pan y vivir el tormento de la desesperación hambrienta.
Nada que no dé más dolor, que ver a tu hijo morir en llanto por no tener el sustento a tiempo para calmar su delirio.
Nada peor que oír a un perro aullar de miedo a perder las sobras que le niega su amo, y que este no pueda sentirlo por estar vendado con su pañuelo dorado en sangre.
Nada peor que ser inconsciente por el orgullo inepto de la cruel vagancia,
hundido en la miseria humana del disfraz pagano de la burla misma.
Nada peor que un cuerpo miserable con un corazón vacío de palabra, deambulando caminos oscuros buscando su triste » alma perdida «.
Música para leer
Poemas relacionados
Crítica del poema
Por: Glean Rimano Sucre
Un desahogo patriótico
“Alma perdida” de Chebeto Requena, corresponde a un desahogo patriótico del poeta en torno a aspectos sociales de realidades que le afectan. El poema, fue escrito el 6 de abril del año 2016, en momentos en que la patria del escritor (Venezuela) se veía sometida a otro episodio más de su larga y triste historia de las dos últimas décadas.
Las anáforas de: “Alma perdida”
Las anáforas de: “No hay peor” y “Nada peor”, ya trasmiten el sentido mensaje del sinsonte melancólico que canta, pero siente la impotencia. En ciertos pasajes, el poeta es duro con la élite política que gobierna su patria y fluye el ojo visor de un hijo deprimido y sensibilizado ante el sufrimiento del pecado del hambre.
El tiempo y la esperanza
El poeta no deja de mencionar a la esperanza; esto teje un aura de pequeño optimismo dentro de las líneas domésticas del recado. Otro aspecto a resaltar, es el tiempo. Referente a este último, el verso es irreverente y lo menos superficial posible, aunque el tratamiento no deja de ser un tanto tangente. Es bueno decir, que hay un cosmos que llama a la reflexión a sus propios paisanos, casi en tonos de reprimenda.
En los límites de la prosa poética
En cuanto a la forma, se perciben 12 versos en 8 estrofas; los versos, entre largos y menos largos. No hay una métrica precisa a simple vista, lo que no quiere decir que el ritmo esté ausente. Llama la atención, que la estructura del poema navegue entre los límites del verso tradicional y la prosa poética.
Deja un comentario