«Ánimo» de Ángel Marino Ramírez Velásquez (Poema)

Ánimo, que el temor no es malo si se transforma en precaución.

La madre naturaleza a veces se defiende del hombre.

Ánimo, que la realidad de la especie es buscar la supervivencia

y si te excluyes contradices la selección de Darwin.

Ánimo, que la presencia física no es siempre presencia

ni somos venerables ni “espirituables” ni todo amables.

Ánimo, que las manos limpias sugieren un alma limpia

e higienizarse es tomar el líquido de una noche desnuda.

Ánimo que la Tierra es una novia con derecho a molestarse.

Mientras tanto, sigamos materializando nuestro amor por ella.

Ánimo, que aún se siente el cosquilleo de la primavera

y la aurora boreal no deja de reírle al cosmos.

Ánimo, que el dolor es solo un relámpago descargando su luz.

Seguro que detrás del trueno viene un ramo de nubes blancas.

Ánimo, que la fibra de la zarzamora es capaz de curar el aire

y hay un eucalipto danzando en el medio del bosque.

Ánimo, que cuando la aleta de tiburón aparece

todavía tenemos la oportunidad de agarrar el remo.

Ánimo, porque animarse es limpiar el umbral de lo invisible

admitiendo el daño de la arrogancia universal.

En fin, si la sociedad quiere que te quedes en casa;

hazle caso, la corona del desánimo anda suelta.