«Dudé» de Juan Ortiz (Poema)

Dudé,

sentado al borde del porche de la casa,

bajo los helechos,

dudé.

Me pregunté si tocaba volar papagayos ese día.

Las temporadas habían pasado fugaces hasta ese entonces:

trompo,

metra,

semana,

el escondido…

una tras otra,

exactas.

Todas las diversiones en su tiempo común,

como de costumbre había sido desde la visita de la conciencia,

como las estaciones del año de la infancia,

pero ese día: dudé.

Fue una clara señal de fractura,

de la llegada de los insomnios,

el cruce del umbral carmesí para recibir la bula de la vida

y romper la sonrisa pueril con el cerrar de la puerta de cedro del viejo cuarto donde

me tuvo Gloria viviendo de su cuerpo,

el lugar donde ya no cabía el hombre.

Dudé,

miré el arrebol frondoso de aves con sus hilos serpenteando

y me quebré.

Sí,

era el tiempo de los papagayos,

y yo tenía mis manos vacías;

yo,

que tantos navíos celestes hice en antaño para guerrear e imponerme en los cielos

con los artilugios de la caña brava,

el papel periódico y el pabilo,

había olvidado hacer el mío.

Lloré hondo,

sacudí mis ruinas

y comprendí que se había acabado todo.

Tocaba esperar el próximo retorno para poder disfrutar de nuevo la mejor parte de

la vida.