«Tatuaje indeleble» de Antonio Figueroa

Y llegaste a mi vida con plena conciencia de amor.

Llegaste y sin permiso te convertiste en un tatuaje único e irrepetible que se sembró en el centro de mi corazón.

Ahora es difícil de borrar tu huella que se afincó con fuerza y no permite borrarte.

Es tan fuerte que si trato de sacarlo a la fuerza entonces corro el riesgo de arrancar mi propio corazón, porque en eso te convertiste, en corazón de mi corazón.

Cada latido suena a tu voz, a tu risa, a tu respiración.

Ya no hay salida.

Te quedaste ahí para siempre y si eso no es amor, entonces,

es un vil robo a mi existencia.

No me pidas olvido que no depende de mí, depende de la tinta indeleble con la que dibujaste ese tatuaje.