2 poemas para agradecer a Dios

2 poemas para agradecer a Dios

2 poemas para agradecer a Dios, pertenecientes al poeta venezolano Ángel Marino Ramírez V., nos llevan a reconocer la importancia de la fe en el mensaje lírico. Tal es la historia de la poesía, ligada a dioses y religiones desde los tiempos más antiguos. Es así, que al escoger estas dos obras inéditas: “Rezo al amanecer” y “¡Dios mío”; hemos pensado en su contenido, en su estructura sencilla, pero, sobre todo, en su pragmático mensaje de fe! En efecto, según el poeta, rezar a la mañana es una de sus prácticas cotidianas porque, según él, rezar al amanecer es agitar el viento de la fe.

1.-Rezo al amanecer

Este primer poema, con 12 versos, eficazmente distribuidos en 4 tercetos, trasmite la voz de la cotidianidad de un poeta. De hecho, al empezar a leerlo nos damos cuenta de la relevancia que, para Ramírez Velásquez, tiene la frase rezar a la mañana. En ese sentido, palpamos que logra mover su propia fe al compás de un agite sano, enterrando al olvido y sabiéndose imperfecto. En nuestra opinión, recomendaríamos al lector tomar el poema y emular al autor, rezándolo al culminar su oración matutina. El poema dice así:

Rezo al amanecer

Autor: Ángel Marino Ramírez V.

Rezo al amanecer, para agitar el viento de la fe,

corregir la prueba de la imperfección humana

y apaciguar la difusa miel del olvido.

 

Rezo al amanecer, para domesticar mis imprudencias verbales,

preocuparme por las escaleras corroídas del prójimo

y alentarme de no caer en la ambición rancia.

 

Rezo al amanecer, por el paciente espiritual,

por la dolencia del músculo cansado

por las sombras de los agites.

 

Rezo al amanecer, para dignificar mi creencia en el altísimo

y contarme en el espeso mar de las espumas.

Es que hacer sin orar, puede enfermar el alma.

2.- ¡Dios mío!

Hace un tiempo, oí a alguien decir que solía escuchar en Youtube una oración que iniciaba con la frase ¡Dios mío! De pronto, recordé un poema del poeta Ángel Ramírez que lleva por nombre esa potente sentencia que reivindica la fe. En mi opinión, es una oración que se suma al rosario de un poeta comprometido y creyente en Dios, cosa que queda demostrada en 2 poemas para agradecer a Dios.

Su contenido nos presenta dos cuartetos y dos tercetos, pareciera que el autor intenta aproximarse a la estructura de un soneto tradicional. Como sabemos, un soneto contempla 14 líneas. Aunque en este caso, solo sería en el número de líneas puesto que, en la métrica y el orden de las estrofas, serían distintos. En particular, este poema tiene un aura circular puesto que comienza con 4 versos y termina con 4 versos.

La religiosidad se nos presenta en forma de bastón implorando misericordia, despojándose de las soledades sangrientas, enarbolando el silencio y recordando las siete palabras divinas. En fin, una obra poética-religiosa digna de ser grabada; algo que los amantes de la oración, podamos escuchar en Youtube o por cualquier otro medio de reproducción en las redes. De los 2 poemas para agradecer a Dios, les dejo el segundo de ellos:

¡Dios mío!

Autor: Ángel Marino Ramírez V.

¡Dios mío! Dame el bastón de la humildad,

que sobre mi paso pueda arañar tu misericordia,

y que con el llanto de una nube

pueda reconocer tu son.

 

¡Dios mío! Te ofrezco mi cuerpo imperfecto,

despojo de las miserias perfectas,

columna de la soledad herida.

 

¡Dios mío! Vísteme de una mañana soleada,

ampárame con el reflejo de tu piedad,

bendíceme con la armonía de tu silencio.

 

¡Dios mío! Para defenderme tengo tus siete palabras,

para cantar tengo el pentagrama de tu nombre

y para vivir el torbellino de tu ejemplo.

He aquí mi acostumbrado, ¡amen y amén!

Por: Glean Rimano

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