TRANSEÚNTE
Arquímedes Daniel Figueroa
POEMA/VENEZUELA
Visualizas el espacio,
no era tuyo,
ahora lo es.
Percibes fragancias,
olores ignotos que,
ahora debes reconocer,
porque no eran tuyos
y ahora lo son.
El hábitat es benévolo, amable;
a veces hostil y convives con él.
¡No lo sabías! pero debes amarlo,
pues, casi de tu vientre, ahora es.
Nunca dejarás de extrañar,
de extasiarte, ni de saborear;
ello, en tus laberintos está,
porque es dádiva bendita del universo.
Quieres volar hasta allá,
y que Ikelos se desvanezca.
Ver el otrora y abrazar los sueños.
¡No desmayes!
“Todo ahora lo has hecho tuyo,
y eso tuyo, tu ahora ha de ser”
Así, la quimera explota ante el mundo,
y ante ti, se esparce.
El tiempo va lento,
es casi inaudito y es déspota:
¿¡en eso lo convierten los pretorianos!?
Por eso, aquello que anhelas,
aún no se ve,
pero Elpis, te abre sus brazos.
Música para leer
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Crítica del poema
El poeta, con una actitud apostrófica, se comunica con el objeto lírico de su verso. La estructura, con forma piramidal, nos ofrece un viaje que pareciera adentrarse dentro de un laberinto de emociones y de extrañezas. En cierto momento, el escritor reclama, se siente inconforme con el medio que le castiga y le obliga. En total, son 6 estrofas intensas para disfrutar de un mensaje escondido y que juega con vocablos sacados de la historia universal.
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